Por César Lévano
Ayer, el tiempo y el espacio dedicados al Censo nos impidieron culminar la edición del diario. Entre los materiales que pensaba incluir había un texto casi desconocido de José María Arguedas sobre el Censo de 1939. Es una explicación lírica y pedagógica de lo útil que puede ser un Censo para el Perú.
En ese Censo que entusiasmó a Arguedas hubo preguntas sobre razas, y pudo saberse así que los afroperuanos eran una pequeña minoría. En los Censos de la Colonia eran amplia mayoría en Lima, en la cual casi no había entonces andinos.
La narración de Arguedas se titula Runa Yupay (contar gente) y tuvo tres ediciones: la primera y la segunda, de 20 mil ejemplares; la tercera, de setiembre de 1939, de 38 mil ejemplares.
En los trabajos del Censo aquel palpita una orientación humanista. No en vano el Director fue Alberto Arca Parró, miembro del Partido Socialista de Luciano Castillo y que había trabajado en censos en México. Esa inspiración se trasunta en folletos preparatorios como el de Arguedas: Las ocupaciones típicas de los peruanos a través del Censo de 1939; Los pobladores indígenas del Perú a través de la historia y El Censo y los problemas sanitarios.
Cabe recordar que Arguedas, quien había estado preso por acción antifascista, había sido liberado en octubre de 1938. En esos días escribía Yawar Fiesta junto con páginas como estas, sobre el Censo:
“Leyó el título del folleto más voluminoso: ‘Los maestros del Perú y el Censo de Población y Ocupación’.
“-¡Estupendo! Hasta lo había pensado. Pero, ¡caray! si esto es lo que había que hacer. ¡No saber cuántos somos los peruanos! El último se hizo en 1876. ¡Hace sesentitrés años! Yo no había nacido aún. Entonces éramos poco más de 2 millones y medio de habitantes. ¿Cuántos seremos ahora? ¡Por fin llegó el momento de hacer otro! ¡Como un diablo voy a trabajar!
“Leyó una de las circulares: ‘… en cada uno de los colegios y escuelas de la República se dictará una lección especial o conferencia pública sobre el Censo de Población y Ocupación…’.
“-¿Qué? ¡No hay caso! Una clase sobre el Censo, una conferencia pública. ¡Eso es acertar! Es decir, yo, maestro de Huanipaca, pueblito de indios, voy a hablar sobre el Censo. Voy a explicar a indios y vecinos, qué es el Censo y cuánto bien va a hacer a nuestra patria. De aquí a diez años, cuando el Censo haya dado resultados; cuando el Perú se haya beneficiado con este Censo podré decir: ‘En ese Censo yo también trabajé, yo también fui colaborador…’ ¡Bien, bien! ¿Quién no trabaja así? ¡Diablo, yo sí, quiero a mi patria!
“El maestro de Huanipaca llegó casi corriendo a su casa.
“Esa noche hubo luz en su cuarto casi hasta la madrugada…”.
Diario Uno, 23 de octubre de 2017.